Desde todos los ámbitos de nuestra sociedad se intenta colaborar con una tarea: que los pequeños y no tan pequeños sientan el placer de leer.
Nosotros que sólo somos un pequeño colegio situado en la aldea marinera de Palmones, en la Bahía de Algeciras, al sur de Cádiz y por ende de Andalucía, España y Europa, queremos aportar nuestro pequeño, pero esperamos que sea significativo, grano de arena a esta ardua tarea de animar a leer.
Desde hace varios cursos escolares venimos realizando una serie de actividades encaminadas al fomento hábito lector entre los alumnos y alumnas de nuestro centro. Esta necesidad ha marcado los objetivos de nuestro Plan Anual de Centro durante varios cursos. Un grupo de maestros y maestras pretendemos innovar en este trabajo actuando en dos vertientes. Por una parte, queremos hacer de la biblioteca un elemento importantísimo en las actividades de fomento de la lectura, siendo el punto de partida o encuentro de la mayoría de las actividades y por otro lado impregnar las actividades complementarias del centro con el “aroma de la lectura”
“Enseñar a leer” en el más amplio sentido es el objetivo prioritario de un colegio, bueno un C.E.I.P. como se denominan ahora, pero no solo ha de quedar en descifrar un código o dominarlo, sino que el fin primordial sería disfrutarlo. De este objetivo partimos un grupo de maestras y maestros del C.E.I.P. Nuestra Señora de Guadalupe de Palmones del que poco a poco fue naciendo este proyecto. En un principio no sabíamos como titularlo, se barajaron muchas posibilidades…
Nosotros que sólo somos un pequeño colegio situado en la aldea marinera de Palmones, en la Bahía de Algeciras, al sur de Cádiz y por ende de Andalucía, España y Europa, queremos aportar nuestro pequeño, pero esperamos que sea significativo, grano de arena a esta ardua tarea de animar a leer.
Desde hace varios cursos escolares venimos realizando una serie de actividades encaminadas al fomento hábito lector entre los alumnos y alumnas de nuestro centro. Esta necesidad ha marcado los objetivos de nuestro Plan Anual de Centro durante varios cursos. Un grupo de maestros y maestras pretendemos innovar en este trabajo actuando en dos vertientes. Por una parte, queremos hacer de la biblioteca un elemento importantísimo en las actividades de fomento de la lectura, siendo el punto de partida o encuentro de la mayoría de las actividades y por otro lado impregnar las actividades complementarias del centro con el “aroma de la lectura”
“Enseñar a leer” en el más amplio sentido es el objetivo prioritario de un colegio, bueno un C.E.I.P. como se denominan ahora, pero no solo ha de quedar en descifrar un código o dominarlo, sino que el fin primordial sería disfrutarlo. De este objetivo partimos un grupo de maestras y maestros del C.E.I.P. Nuestra Señora de Guadalupe de Palmones del que poco a poco fue naciendo este proyecto. En un principio no sabíamos como titularlo, se barajaron muchas posibilidades…
El placer de leer, Disfruto leyendo en el cole, Crece leyendo,…
Después de muchas horas de acalorada charla, decidimos que el título era, por así decirlo, lo menos importante, pues iba a ser nuestra matrícula, un embellecedor que identificaría el vehículo que pretendíamos echar a rodar (poner en marcha), así que nos pusimos manos a la obra y lo primero que hicimos fue intentar conocer el por qué queríamos embarcarnos en este nuevo proyecto.
Pasados unos minutos de tensa calma, donde cada uno de nosotros revisó mentalmente cuales eran sus motivaciones, hasta donde llegarían sus compromisos e implicaciones, alguien, no sabría decir quien, pronunció la palabra mágica “Leer , ¿Por qué?”
Llevamos trabajando en el tema bastante tiempo, unos más que otros debido a su juventud, pero siempre nos acabamos quejando de que nuestra tarea se realiza de forma puntual, aunque sean varios puntos a lo largo de un curso escolar, y con una continuidad cuando menos poco definida.
De repente sonó la pregunta:
- ¿Por qué no los animamos a que lean?
Todos quedamos reflexionando sobre aquella pregunta. Mi compañera, que se encontraba a mi derecha, pronto preguntó:
- ¿Por qué queremos animarles a leer?
Todos, uno tras otro, dimos nuestras razones. Salió una lista bastante larga y extensa, aunque no todas las aportaciones que se realizaron fuesen muy acertadas como… mejora su rendimiento en el área de lengua, o… la búsqueda de información la realizarían con mayor rapidez…
Claro que después de toda esta lluvia de ideas, nuestro Jefe de estudios, como casi siempre, arrasó diciendo:
- La lectura se justifica por sí sola.
Si, todos sabemos que influye en el desarrollo intelectual capacitando la abstracción del niño o niña, en el desarrollo del lenguaje dándoles la capacidad de dar forma a sus ideas, les hace acercarse a experiencias y situaciones sin peligro alguno, mejorando su desarrollo emocional y así podríamos seguir en el desarrollo moral, social, de la personalidad, etc. de nuestros alumnos y alumnas.
Pero ¿eso era lo que verdaderamente queríamos? Animarlos a que sintieran el placer que produce la lectura.
Parecía que nuestro afán no era seguir todos aquellos caminos, que claro está que si se llegaban a desarrollar serían muy fructíferos para ellos, nuestra pretensión era mucho más humilde, darles una alternativa más al ocio, ya que este lo cubren la mayoría de ellos pulsando un botón del mando a distancia del televisor o el DVD o, cada vez más frecuente, pulsando el ratón del ordenador.
Después de un rato de euforia hablando de algo que parecía que nos unía a los allí reunidos, llegó la pregunta:
- Y… ¿por qué no leen nuestros alumnos?
Las respuestas fueron múltiples, pero a todas se les pudo dar contestación.
- No tienen tiempo, dijo alguien.
- Tan fácil como darles un rato para que puedan leer cuando estén en el aula – se le contestó.
- ¿Y si no tenemos libros?
- Los buscaremos, procurando que estén adaptados a sus características.
- Y si no les parece interesante leer.
- Pues hagamos que sí lo sea.
- Pero… ¿y si no saben leer?
- Entonces trabajaremos para que aprendan.
- Y… ¿ si no tienen un sitio donde hacerlo?
- Pues… démosles un sitio adecuado y preparado para que practiquen la lectura.
Así fue como decidimos que todo nuestro esfuerzo se pondría en intentar lograr que la biblioteca de nuestro centro se convierta en el foco de animación lectora y cultural del centro, poniendo en práctica estrategias que permitan que nuestros alumnos y alumnas accedan a las aventuras que se encuentran en los libros.
A pesar de que en nuestro centro se han llevado a cabo actividades de fomento de la lectura, estimamos que la Biblioteca escolar y la animación a la lectura deben constituir el eje fundamental del trabajo para convertir la escuela en un lugar dinámico, que se salga de la monotonía y que presente a nuestros alumnos una nueva forma de aprender.
Claro que para aprender de una nueva manera hemos de intentar armonizar la lectura de toda la vida con las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. De esta posible simbiosis llegó la idea de realizar unas unidades didácticas para conmemorar citas o efemérides importantes o de señalada notoriedad. De las que esta será la primera de ellas, por lo que solicitamos de todos una especial benevolencia.
Nuestra idea es colocarlas en la red, para que todo aquel, profesional o no de la enseñanza, quiera llevarlas a la práctica les sea de alguna utilidad, pues la mejor recompensa para todos aquellos que nos implicamos en este difícil campo de la animación lectora es que se lea.
El coordinador del Proyecto L.E.E.
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